Albert Nieto es desde hace décadas una figura destacada de nuestra música en general y del piano en particular. Ahora se nos revela también como un compositor sumamente interesante. En su ciclo “Besos” podemos escuchar una música, llamémosla de carácter neo-tonal, como se nos viene catalogando a los compositores actuales que nos atrevemos a seguir usando ese, para algunos anticuado “recurso” llamado tonalidad. La voz es tratada por Nieto como el instrumento que es, un instrumento eminentemente melódico, y el piano, como un solista más y no un mero acompañante. La talla de Nieto como pianista se deja ver en estas obras donde el piano dialoga con la voz y complementa su labor. En la canción “Invierno”, Nieto aprovecha el sonido de las cuerdas del piano tocadas en pizzicato para crear un efecto espectral. Las armonías que usa, están entroncadas a partes iguales, según mi criterio, en la música francesa post impresionista, en el carácter mediterráneo de ilustres predecesores catalanes como Eduard Toldrà y Xavier Montsalvatge, por citar sólo a dos de ellos, y en ecos de la “nova cançó”, esa manifestación de la música pop que empezó en los albores de los años 60 del pasado siglo y que enriquecieron nuestro acervo cultural cantautores de la talla de Serrat, Raimon y Lluis Llach entre otros. Este cóctel, hilvanado con sabiduría por Albert Nieto, da como resultado unas canciones frescas, atractivas y de indudable valor musical. Bienvenido a esta nueva faceta, Albert. Es mi deseo, y el de muchos artistas, que este gran músico continúe en esta recién emprendida senda de la creación y nos ofrezca muchas más joyas como esta.
Miquel Ortega
Compositor, director de orquesta y pianista